Las casas prefabricadas, lejos de sustituir a la arquitectura de construcción tradicional, siempre la ha alimentado y enriquecido. El principal aporte es la racionalización del diseño y la construcción.
La industria que desarrolla casas prefabricadas experimenta y perfecciona sistemas modulares y soluciones parciales que tarde o temprano son asimilados por la construcción tradicional. Tal tradición es, por tanto y en gran medida, una progresiva incorporación de técnicas hasta entonces no tradicionales.
La innovación tecnológica en arquitectura proviene de otras industrias excepto cuando proviene de la prefabricación de casas y otros tipos edificios.
En España y Latinoamérica la asimilación de nuevas técnicas procedentes de la arquitectura prefabricada se produce principalmente gracias a la importación desde aquellos países con mayor tradición asociada a la prefabricación, tales como Estados Unidos o Suecia, por ejemplo.
Tal importación, buena por naturaleza en tanto afluye en forma de conocimiento, es culturalmente negativa en tanto se limita el uso de esa tecnología al consumo.
Para que los recursos tecnológicos procedentes de la importación deriven en desarrollo económico y artístico es necesaria la industrialización y la prefabricación en el país. Tal desarrollo será precisamente tradición, más tradición.